Polilla Tramposa
Polilla Tramposa
En los juegos de mesa, la regla de oro de los juegos de mesa es: No hacer trampa. ¿O no? No siempre, pues en La Polilla Tramposa la única manera de ganar es hacer trampa.
En este divertido juego de cartas, queremos deshacernos de toda nuestra mano, para esto tendremos que colocar una carta sobre la pila con el número siguiente o el número anterior de la carta que ahí se encuentra, pero eso no es todo, pues algunas cartas de bichos cuentan con poderes especiales que además de deshacernos de ellas nos permitirán molestar a los demás.
Haz que roben cartas extras con la hormiga, deshazte de una carta duplicada con la cucaracha, aplasta a los mosquitos de un manotazo o regala una de tus cartas a otro jugador con la araña.
El único problema es que es imposible deshacerse de las cartas de polilla, bueno al menos imposible si queremos deshacernos de ellas legalmente, así que tendremos que ingeniárnoslas para descartarlas usando medios… menos legales, por decirlo de alguna manera.
Escóndelas en tu manga, tíralas bajo la mesa, hazlo como puedas pero saca esas cartas de tu mano ¡Todo se vale! La única regla es no bajar las manos de la mesa. Pero ¡cuidado! en La Polilla Tramposa uno de los jugadores es la Chinche Guardián y su tarea será atrapar a los que hagan trampa, el y solo el puede detener a aquellos que decidan hacer trampa.
El primero en deshacerse de todas las cartas de su mano habrá ganado el juego. La polilla tramposa es un juego ideal para los que les gustan los juegos dinámicos, molestar a otros jugadores y pasar la partida riendo.